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Qué es y para qué sirve la respiración de caja

Giovanni
06/05/2020 02:13 PM Comentario(s)
Foto: yanalya / Freepik

¡No! No se trata de ninguna manera de encerrarte a respirar en una caja, por el contrario, se trata de una técnica Milenaria de respiración que te ayuda a calmar tus pensamientos, disminuir la frecuencia cardíaca, enfocarte y a regular el sistema nervioso autónomo.


Cuando estás trabajando en algo que requiere tu completa atención, el enfocar la respiración te ayuda a dirigir aquello a lo que tu mente está prestando atención y enfocarte en ello sin distracciones. Cuando surge una situación de mucha tensión emocional, te ayuda a controlar la respuesta física y mental al estrés. También cuando reflexiones sobre tu propia vida y naturaleza interior, esta técnica te ayuda a obtener más perspicacia y autoconocimiento. Y a nivel práctico y físico, este tipo de respiración aumenta la capacidad pulmonar, fortalece el sistema inmunitario y regula el sistema neuroendocrino.


Este tipo de técnica respiratoria se ha aplicado desde hace mucho tiempo en todo tipo de ámbitos que requiere concentración, autocontrol y precisión, hasta el punto de ser usada por francotiradores y Seals de la marina norteamericana como técnica a mano para enfrentar las intensas demandas de su trabajo.


¿En qué consiste? Básicamente consiste en respirar con un patrón cuadrado consistente en Inspiraciones profundas, expiraciones profundas intercalados con retención de la respiración entre la Inspiración y la expiración.


¿Cómo la puedo practicar?

Antes de empezar, asegúrate de estar sentado erguido en una silla cómoda con los pies planos en el suelo, en un ambiente tranquilo. Sobre todo, para entrenarte, después podrás prescindir de esta fase.


Paso 1 Inhala lentamente

Inhala lenta y profundamente a través de la nariz hasta el conteo de cuatro. En este paso, cuenta hasta cuatro muy lentamente en tu cabeza.

Siente que el aire llena los pulmones, una sección a la vez, hasta que los pulmones estén completamente llenos y el aire se mueva hacia el abdomen.


Paso 2 Aguanta la respiración                   

Aguanta la respiración mientras cuentas de nuevo hasta cuatro, lentamente.

Paso 3 Exhala todo el aire que puedas

Exhala a través de la boca durante el mismo recuento lento de cuatro, expulsando el aire de los pulmones y el abdomen.

Trata en la medida que la haces de ser consciente de la sensación de que el aire sale de los pulmones.

Paso 4 Aguanta de nuevo la respiración

Mantén la respiración para el mismo recuento lento de cuatro, antes de volver a repetir todo el proceso.

Si eres nuevo en esta práctica, puedes marearse después de unas cuantas rondas. Esto es normal. A medida que lo practiques más a menudo, podrás hacerlo durante más tiempo sin marearte. Si tes marea, quédate sentado un minuto y reanuda la respiración normal.

Beneficios:

Según la Clínica Mayo, hay suficiente evidencia de que la respiración profunda intencional puede realmente calmar y regular el sistema nervioso autónomo, que es el que regula las funciones involuntarias del cuerpo como la temperatura. Puede disminuir la presión arterial y proporcionar una sensación casi inmediata de calma.

La lenta retención de la respiración permite que el CO2, se acumule en la sangre. Un aumento del CO2 de sangre mejora la respuesta cardio inhibitoria del nervio vago cuando exhalas y estimula el sistema parasimpático. Esto produce una sensación de calma y relajación en la mente y el cuerpo.

La respiración de caja puede reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo. Eso lo convierte en un tratamiento excepcional para condiciones como el trastorno de ansiedad generalizada (GAD), el trastorno de pánico, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión.

También puede ayudar a tratar el insomnio al permitirte calmar al sistema nervioso por la noche antes de acostarte. También puede ayudarte con el manejo del dolor.

Es posible que te resulte especialmente útil si tienes una enfermedad pulmonar  como  la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Por Claudio López Bruzual MD.

Giovanni